Por Miguel Garin
La Escuela Normal de 25 de
Mayo no escapa a la regla general.
Es que en todas las
escuelas hay parecidos y uno de ellos es la algarabía de los chicos en el acto
escolar de fin de año, última obligación que abre las puertas a ese extenso
período soñado que son las vacaciones de verano.
Días especiales, días que
se fijaron con emoción, como impresos en tinta china en el blanco papel de la
memoria.
Del que hoy me ocupo
corresponde al año 1963.
Por aquel tiempo la
expectativa que tenía yo era disfrutar de una estadía ininterrumpida en el
campo, donde percibía más libres a los días.
Pleno de gente el Salón de
Actos, aún debimos esperar un buen rato
para ganar, por fin, la calle: concluida la ceremonia, un aguacero, con corte
de luz incluido, nos hizo permanecer en el interior de la Escuela tanto a
alumnos como a padres y docentes, hasta ya entrada la noche.
Pero previamente había
sido mamá la que me entusiasmó para
dejar registro de lo que era cada fin de año escolar, haciendo firmar en un
álbum, a la maestra de grado y a los
compañeros de clase. Así lo hice en casi todos los años de la primaria y
secundaria.
En los primeros tiempos el
álbum pasó y quedó allá lejos, en los confines, sin embargo posteriormente se fue acercando,
tímidamente, y hoy tiene un significado
muy distinto para mí.
He aquí aquellas firmas de
compañeros del curso de tercer grado, en la Escuela Normal y que pertenecen a:
Lilia S. Aguirrebengoa,
Elsa B. Galdara, Graciela Groppo, Atilio Oscar Jousset, Gloria Camarano, Mirta
Susana Bontempo, Miguel Angel Missotti, José Mario Del Papa, Omar Livi, Ana
María Capobianco, Tonda, Stella Maris Grisotto, Nilda Iacopini, Luis Alberto
Copello, Ricardo Oscar Sánchez, Roberto M. Fantini, Carlos Enrique Gómez, Pedro
Luis Gonzalez, Estela Z. Conti, María Cristina Inchausti, Susana B. Potente,
Héctor Mario Dotta, Lidia Ferreyra, Jorge Sciorra, Horacio F. Mússari y Ana
María Picone.
Hay entre las firmas una irreconocible, ¿alguien podrá decir quién es el autor?
Está también la
dedicatoria y la firma de quién fue maestra. Verdad es que también resulta
ilegible, aunque apelando a la memoria, podría decir, que es de Amanda
Bigliardi de Jousset. Si hay quién disponga de una mayor precisión y considera que no es así, bienvenido sea si me
saca del error.
Fechado “En 25 de Mayo,
noviembre / 963”
Ahí están esas firmas todavía vacilantes de aquellos niños. Hermoso recuerdo, para volver a mirarse atrás
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